Por San Sebastián
Ya estoy de vuelta después de estos cuatro días de intensa actividad de trabajo. Cuatro días en los que nos ha pasado de todo. La mayoría de las veces cosas buenas, aunque también hemos tenido incidentes. Sobre todo yo, que para eso soy desgraciaíto.
Respecto a las comidas, he de decir que hemos ido en una tendencia claramente descendiente. El primer día, el lunes, fuimos con la furgoneta y comimos un corderito en Milagros que nos sentó muy bien. Llegamos al hotel, descansamos un par de horitas y nos fuimos siguendo los consejos de Miren a una sidrería (sagardotegia, que es de lo poco de euskera que hemos aprendido) a probar el txotx y el menú asociado. Fuimos a una en Astigarraga que estaba en medio del monte y hasta que la encontramos lo pasamos un poco mal, sobre todo cuando tuve que dar marcha atrás para girar en un cruce y no veía absolutamente nada de lo que teníamos detrás y no sabía si me iba a estrellar o a caer ladera abajo. Eso sí, el esfuerzo mereció la pena y cenamos estupendamente. Nos echaron la bronca porque nos echábamos demasiada sidra en el vaso y no nos la bebíamos de un trago, parece ser que pierde propiedades si no te la empapuzas así, rápidamente. Se llamaba Oiarbide y si tenéis ocasión, ¡no dejéis de ir a cenar allí! Veo estos barriles y se me cae una lagrimita mientras escribo... :________)
Al día siguiente cometimos el error de los pobres con ansia que es atiborrarnos en el desayuno buffet del hotel. Fue un error garrafal porque a la hora de comer no teníamos hambre y solo pudimos tomarnos un par de pinchos en el Borda Berri, también recomendado por Miren. Muy ricos los pinchos, pero no pudimos comer mucho porque estábamos llenos y teníamos que irnos a trabajar. Lo de los pichos lo dejo pendiente para cuando vuelva.
Ese día estuvimos trabajando desde las tres de la tarde hasta las cinco de la mañana y solo cenamos una pizza cerca de la Concha que a mí me gustó, pero nuestro compañero italiano dijo que la masa estaba rancia. Ah, una cosa si váis por allí, id dispuestos a cenar pronto porque a nosotros a las 9 de la noche ya nos dijeron en varios sitios que estaba cerrado.
Durante ese día y sobre todo el miércoles estuvimos con un temporal de aupa. Parecía un monzón o algo así. Yo lo sufrí en mis propias carnes cuando me decidí a ir al acuario. El día anterior estuvimos viendo el museo naval que tenía una exposición sobre la caza de la ballena que estaba bastante bien. El acuario también está muy bien y ver el temporal desde los ventanales era impresionante. Eso sí, mientras iba hacia allí, en la plaza Cervantes, me pilló una granizada y lluvia que era como si te tiraran baldes de agua. Ahí entendí lo que es jarrear. En un minuto quedé completamente empapado. Se me mojaron hasta los calzoncillos.
En el acuario hay una parte al principio que me aburrió un poco porque eran sobre tipos de embarcaciones y maquetas, además de otra parte que era, nuevamente, sobre la caza de la ballena. El acuario en sí estaba bastante bien y el tanque con los tiburones y las tortugas es espectacular. Os dejo unas cuantas fotos que hice:
El trabajo fue un rollo porque ya me veo mayor para estar trabajando por las noches, pero es lo que hay, peor sería no tener trabajo y por otro lado me gusta el cacharreo, meterme debajo del tren y ver que lo que haces no es solo darle al word y a la excel. Ahora toca analizar los registros que tomamos. Para que os imaginéis a lo que nos enfrentamos os diré que tomamos medidas que ocupan cerca de 750 GB una vez descomprimidas y que eso supone unos archivos de texto con cinco millones de filas por cada diez segundos de grabación y grabamos más de una hora y en tres equipos distintos. Si no os habéis mareado, deberíais. Nosotros lo haremos a partir de la próxima semana.
En el camino de vuelta, y siguiendo la tradición inveterada de traer comida de vuelta, paramos en Lasarte por recomendación de una persona a comprar salchichas en la carnicería de Patxi Larrañaga, tras una pequeña confusión de sitio que solventamos con donaire, compré salchichas con hongos, chipirones, jamón y piquillos que es la comida de Anniehall y mía para hoy. Tienen una pinta buenísima!
En fin, que nos lo hemos pasado todo lo bien que hemos podido teniendo en cuenta que era un viaje de trabajo y que me quedo con ganas de volver en plan turista total. Gracias por vuestras recomendaciones y aquí os dejo las mías por si alguien las necesita. ¡Agur!
Muy buen viaje, parece. Lo de medir en la vía de noche, siempre que sea muy de vez en cuando, en el fondo es refrescante. Lo que pasa que medir de día y en turnos de 6 horas tampoco estaría mal para variar ;)
ResponderEliminarMucha envidia me dáis, menos mal que ayer me metí un Jägerschnitzel para compensar...
Pues para ser un viaje de trabajo.. no te lo montaste nada mal! Eso está muy bien... tenemos que aprovechar el lado bueno de las cosas que se nos presentan.
ResponderEliminarBesos!
Qué bien suena lo de las salchichas y hasta yo me he emocionado con la sidrería y eso que no he estado.
ResponderEliminar¿Se puede cerrar un restaurante en España a las 9 de la noche? ¿Seguro que es legal? Loca me quedo, sobre todo pensando en la peli de Tarantino "Jackie Brown" que según uno de los protas "En España se cena a medianoche", pues seá en tu casa, majo.
Eliahh, en Múnich tampoco se tiene que comer mal. Por ahí no tienen sidra? Es todo cerveza?
ResponderEliminarEl día que mida en un tren de día sabré que he progresado. Eso solo está en manos de los pro! ;-)
Loquemeahorro, yo también me quedé un poco a cuadros, pero nos pasó en tres sitios hasta que acabamos en la pizzería. En la sidrería también fuimos los últimos en llegar y eran las 9 de la noche.
Saramaga, hay que intentar ver algo de los sitios a los que tienes que ir por trabajo porque si no se hacen muy largos los días.
ResponderEliminar¿Un rollo ver embarcaciones y maquetas? Pues a mí me gustan mucho esas cosas. Es raro que no te gusten a ti también. No dejas de sorprendernos!
ResponderEliminarMaquetas de embarcaciones en un acuario? A lo mejor es que no me lo esperaba, pero me aburrió. Es una planta y media llena de barquitos. Al final ya iba sin pararme a verlos.
ResponderEliminarBilbao... sólo digo Bilbao...
ResponderEliminarxD
Yo voy encantando a Bilbao, Biónica. Sólo hace falta que nos contraten allí para trabajar... XDD
ResponderEliminarNo conocía Oiarbide. Me la apunto :-).
ResponderEliminarEstá muy bien, Miren, aunque yo no puedo comparar porque es la única a la que he ido ;-)
ResponderEliminarTenía un diploma de que un año, 2009 creo, había ganado el premio al la mejor sidra.